
Fatalidad de un perro muerto. Catorce años de mascota, y un tumor. Estamos y luego no. Rengueamos una artrosis, convivimos en secreto con un tumor, y festejamos la llegada de nuestro dueño. Se murió
Hace frío. Se abriga un poco con la bufanda. Piensa boludeces sin principio ni final. Observa las manos curtidas de una mujer que vende flores: llegar a la noche con la comida puesta y mañana volver a empezar, a pesar del frío.
Sacó de su bolsillo un chocolate. Lo mordió. Dicen que el chocolate nos produce la sensación más parecida a la felicidad. Saboreó lo dulce. Fue feliz. Se terminó el chocolate. La vida como un tren que se va, la luz que se aleja.
Qué absurdo: el fin de la vida viene en papel de golosina y se va por el inodoro. Abrochó la campera y exhaló humo de frío. Caminó sin tiempo.
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