jueves, 20 de agosto de 2009

¿Has escuchado hablar al mundo?

A vos: Anabella, a lo que sobrevive
de vos debajo de tu nombre
.

¿Has escuchado hablar al mundo?

¿A sus cosas?
¿Acaso el silencio afuera no asusta?
¿El ruido o la calma o el rumor de las hojas?

Estamos hechos de esa ausencia
insignificantes.
Mendigando vientres ahorrando soledades
‘amor’ ‘compañía’ ‘nosotros’ ‘hambre’ decimos
con palabraspobres palabras.

¿Cómo te digo, mujer de todos los nombres,
que esta noche el mundo,
mi cuerpo y hasta mis cuerdas vocales
me han orillado?

Tan cerca estás aunque al margen.

Nostalgiado de la palabra primitiva,
una palabra frutal,
me angustia esta distancia.

El ritmo de tu cuerpo maneje el verso
que agobiado escribo:
el latido del mundo (su música)
nazca en tu pecho.

viernes, 7 de agosto de 2009

Algo anda mal...


Campera, bufanda y guantes, agarro la bicleta. Voy a prescindir de cualquier mensaje. Recorro las primeras calles tarareando Gardelitos y después me cuelgo en el andar de la gente, sus historias, mis historias las que les invento, las que llevan pesándoles en la cara. Pienso sólo lo necesario para elegir las cuadras que me lleven a las casas de mis amigos. El viaje no es largo, el viaje es placentero, el viaje a veces es una odisea solitaria. Pero hoy no es 16 de junio. Toco timbres que parecen no sonar, me atienden madres que excusan ausencias y las puertas me ponen caras de puertas para decirme que no están los dueños.
Vuelvo sobre mis ruedas y enfilo hacia mi casa, como quien vuelve a su madre ofendido, a refugiarse de los injustos. A casa, a la música, a mis libros. Será. Me saco campera, bufanda y guantes, dejo la bicicleta.
48 conectados a Facebook. Acá están, al fin.